Mi ordenador me mira.
Me mira como si me conociera de toda la vida. Es mi confidente y tal vez entienda cosas de mi que ni yo mismo me atreva a ver, pero me preocupa cómo me mira. Como con miedo.
Se aproximan tiempos duros para ambos y lo sabe.
Siempre que puedo le hago algun que otro lavado de cara. Una cabeza mas estilizada, un cerebro mas rapido, más memoria, manos más largas. Y cuando se pone malo sufro más aun que él.
Aun así, a veces es frio conmigo. Como ahora, que sabe que necesito compresión y se limita a quedarse ahí parado, mirandome.
Siempre tengo que tomar yo la iniciativa, pero al menos hoy me mira.
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