Los talibanes y sus frijolitos

Ya he mencionado alguna vez la historia del compositor que conocí (de una BSO entre otras obras) cuyo ingreso en la SGAE fue denegado por no parecerles interesante (lucrativa) su obra. Pese a que cada una de las veces que se proyecta la película (no, no está ni estuvo en cartelera) la SGAE se lleva una parte para dársela luego a los autores.
Ahora leo este post acerca de la liquidación de derechos de autor y me pregunto: Si la SGAE trata de controlar bares, cafeterías, centros de ocio y demás establecimientos con su impuesto revolucionario hecho al boleo -ya conocemos los casos en los que contaron los m2 del bar a ojo de buen cubero o piden canon con derecho retroactivo- ¿Quien controla y supervisa la declaración de la renta de la SGAE? porque a lo mejor se les puede pillar por ahí como al Capone. Ya sabemos que crear depresiones en ancianas y adolescentes, y poner otra piedrecita sobre las espaldas de los currantes no es judicialmente punible.
A veces me parece ver a un cuervo de la SGAE apareciendo en escena al escuchar "¿Quien es ese hombre?" y pidiendo su parte por cada una de las veces que suena la canción en cada capítulo de pasión de talibanes, perdón, Pasión de Gavilanes. "Señorita, ya sé que la canción es suya y la canta usted, pero tiene que pagar como todo el mundo, aunque luego le devolvamos la cantidad integra (eso se cree usted)"